A continuación, voy a explorar algunas estrategias para potenciar el turismo en esta comarca del norte de Extremadura, con Plasencia como su capital

En un tiempo en el que el turismo se ha convertido en motor clave para la economía local, Plasencia y el Valle del Jerte se presentan como destinos con un potencial inmenso que aún no ha sido completamente explotado. Con su rica historia, paisajes impresionantes y una oferta cultural única, estas localidades tienen todo lo necesario para atraer a un mayor número de visitantes. En 2023 aproximadamente 540.000 viajeros acogió el Valle del Jerte. El objetivo a corto plazo ha de ser la cota de los 600.000 turistas.

La cultura es un pilar fundamental para atraer turistas. Plasencia cuenta con un patrimonio histórico impresionante, que incluye la Catedral de Plasencia y el Acueducto del siglo XVI. La organización de eventos culturales, como festivales de música, ferias medievales o exposiciones de arte, puede atraer a un público diverso. Además, la colaboración con artistas locales para ofrecer talleres y actividades puede enriquecer la oferta cultural.


El Valle del Jerte es famoso por sus cerezos en flor, pero la belleza del valle no se limita a esta época del año. La promoción de actividades de ecoturismo, como senderismo, ciclismo y rutas de observación de aves, puede atraer a amantes de la naturaleza durante todo el año. La creación y mejora de rutas señalizadas y la mejora de la infraestructura para ciclistas y senderistas son pasos cruciales para fomentar este tipo de turismo.

La gastronomía de Plasencia y el Valle del Jerte es otro de sus grandes atractivos. Organizar ferias gastronómicas, talleres de cocina y rutas de tapas que incluyan degustaciones de platos típicos puede enriquecer la experiencia del visitante y fomentar el turismo gastronómico.



Diversificación de la oferta de alojamientos

La variedad en la oferta hotelera es esencial para atraer a diferentes tipos de turistas. Actualmente, el Valle del Jerte cuenta con una mezcla de alojamientos, desde hoteles rurales hasta alojamientos turísticos y casas rurales. Sin embargo, es necesario diversificar aún más esta oferta. Invertir en la creación de “alojamientos boutique”, eco-hoteles y hostales modernos puede atraer a un público más joven y a aquellos que buscan experiencias únicas. Además, fomentar el desarrollo de alojamientos que ofrezcan servicios adaptados a familias, parejas y grupos puede ampliar el espectro de visitantes.

En este sentido, la calidad del servicio es un factor determinante en la experiencia del turista. Capacitar al personal de los hoteles y alojamientos en atención al cliente, idiomas y conocimiento del entorno local puede marcar la diferencia. La implementación de programas de formación continua y la creación de incentivos para el personal pueden contribuir a elevar los estándares de servicio en la comarca.

La sostenibilidad es una tendencia creciente en el turismo. Los viajeros son cada vez más conscientes del impacto ambiental de sus decisiones. Por ello, es crucial que los hoteles del Valle del Jerte adopten prácticas sostenibles, como el uso de energías renovables, la gestión eficiente del agua y la promoción de productos locales en sus restaurantes. Las certificaciones de sostenibilidad pueden ser un gran atractivo para los turistas que buscan opciones responsables.

Para mejorar la infraestructura hotelera, es importante que los alojamientos colaboren con otros actores del sector turístico, como restaurantes, guías locales y empresas de actividades al aire libre. La creación de paquetes turísticos que incluyan alojamiento, comidas y actividades puede ofrecer a los visitantes una experiencia más completa y atractiva. En definitiva, enriquecer la oferta turística es enriquecer el Valle del Jerte.

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