Con una capacidad productiva cercana a los treinta millones de coches al año, la producción china supera holgadamente la demanda interna y, por tanto, debe conquistar el mundo.
Según Anp Consulting , China tiene una capacidad de producción de alrededor de 28,9 millones de coches al año -siete veces más que en Alemania-, pero también se ha convertido en un problema para los chinos, ya que el mercado interno ya no es suficiente. Basta ver la guerra de precios en la que están inmersos algunos, como Tesla, para ver cómo está la situación en aquél país, especialmente en un período actualmente difícil para la economía desde el colapso de los gigantes del sector inmobiliario. De ahí la política de los gobernantes, que han subvencionado ampliamente a los fabricantes para permitirles conquistar nuevos mercados, incluida Europa.
En comparación, en España se produjeron 1,9 millones de coches. Pero más del 80% se exportaron. Para Alemania, la tasa de producción de exportación es aproximadamente equivalente. Por lo tanto, China tiene todo el interés en establecerse rápidamente en Europa o Estados Unidos con la esperanza de vender lo que producen sus fábricas.
Las imágenes de los cementerios de automóviles en China, en particular de determinados modelos eléctricos, ilustran bastante bien la situación que viven hoy algunas marcas del gigante asiático. En un mercado con alrededor de 25 millones de ventas al año, las fábricas funcionan a plena capacidad. China ha sido durante mucho tiempo una tierra acogedora para fabricantes europeos, que dejaban poco espacio a las marcas locales. Desde hace cinco años, la tendencia se está invirtiendo, con una explosión del número de fabricantes de automóviles chinos que luchan por una porción del pastel cada vez más pequeña. Así, el año pasado China exportó alrededor de cinco millones de vehículos de los 26 millones producidos en sus factorías. Una cifra aun muy baja que revela una dependencia demasiado grande del mercado doméstico por parte de BYD, SAIC, DONGFEN y otros. Por el momento, las exportaciones no son suficientes para evitar el derramamiento de sangre. Algunos fabricantes podrían encontrarse en graves dificultades en los próximos meses, o incluso desaparecer por completo si los precios
