Tanto es así, que el beneficio de la matriz de Citröen y Peugeot se ha recortado en un 48%. El sector automovilístico se ha desplomado en bolsa. Renault y Stellantis han perdido alrededor de un 8% después de que la segunda haya publicado unos resultados decepcionantes que han eclipsado las cuentas del fabricante francés y han arrastrado consigo a rivales como Volkswagen, Mercedes-Benz o BMW y a competidores asiáticos como Toyota, Hyundai u Honda.
Asimismo, las acciones de Renault han firmado su mayor caída intradía desde marzo de 2022, con una pérdida del 7,38%. Además, el fabricante japonés Nissan, donde Renault todavía tiene una participación, ha caído un 8% durante la sesión asiática. La marca del rombo cerró el semestre con una reducción del beneficio atribuible al grupo cercana al 40%: 1.257 millones de euros frente a los 2.093 millones registrados entre enero y junio de 2023.
Los resultados de Stellantis han sido bastante decepcionantes y dan buena cuenta del principal problema al que se enfrenta el sector en estos momentos: una demanda a la baja y en especial en lo que concierne a los eléctricos.
En concreto, las ganancias de la matriz de Peugeot, Citröen y Fiat se redujeron prácticamente a la mitad (-48%), hasta 5.600 millones de euros, debido principalmente a la caída del volumen de ventas, así como a los efectos negativos del tipo de cambio y los costes de reestructuración. De igual modo, los ingresos netos menguaron un 14%, hasta 85.000 millones de euros, circunstancia que Stellantis achaca a los factores anteriormente mencionados.
La compañía ha indicado en su informe que el inventario total se redujo un 3%, hasta 1.408.000 unidades, durante los seis primeros meses de 2024. Además, el flujo de caja se desplomó, con una salida de 392 millones de euros frente a los 8 650 millones positivos del año anterior. Con todo, la matriz de Jeep y Chrysler ha mantenido su previsión de beneficios para el ejercicio fiscal, para el que espera que su métrica clave de rentabilidad, el margen de ingresos operativos ajustados, alcance los dos dígitos tras cerrar el primer semestre en el 10%, así como un flujo de caja libre industrial positivo «a pesar de las incertidumbres macroeconómicas».
No obstante, los ingresos del grupo se mantuvieron estables (+0,4%, 26.958 millones de euros) y la compañía alcanzó un margen operativo del 8,1%, superando el 7,9% previsto por los analistas y el 7,6% del mismo período comparable anterior, lo que ha constituido un récord para la firma francesa. Asimismo, el inventario del fabricante galo se mantuvo en un nivel «saludable» de 500.000 unidades, 69.000 menos que hace un año. «La entrada de pedidos fue muy buena en el primer semestre y seguimos teniendo demanda de versiones de mayor equipamiento de nuestros vehículos», declaró el director financiero, Thierry Pieton, en una rueda de prensa posterior.
Luca de Meo, CEO de Renault, subrayó que los esfuerzos de la firma en reducir costes y centrar la política comercial en el valor «se reflejan en una nueva alineación, la mejor que ha tenido esta empresa en 3 décadas». «Desde hace unos meses, estamos acelerando nuestra transformación para convertirnos en la empresa automovilística europea más progresista. Cinco negocios centrados, un enfoque horizontal y ecosistémico, el fortalecimiento de nuestra cadena de suministro, la optimización de los procesos clave (programa «velocidad de la ligereza»), el despliegue de la IA a todos los niveles y en todas las cadenas de valor: estos son los ingredientes clave de esta nueva salsa secreta de Renault. La flexibilidad, la agilidad y la innovación siguen impulsando la mejora del rendimiento y la asignación eficiente del capital», explicó.
Estas y otras magnitudes sirvieron para que la compañía reafirmase su objetivo para lo que resta de año fiscal con un margen operativo de al menos el 7.5% y un flujo de caja libre igual o superior a 2.500 millones de euros.